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Puerto Rico Vota ConCiencia: Salud

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POR: Dr. Luis Clavell, Director Ejecutivo Interino, Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico

La posición geopolítica de Puerto Rico le permite ser un rompeolas de enfermedades emergentes. Sin embargo, en Puerto Rico no hay investigación científica suficiente sobre esas enfermedades. Esto crea crisis salubristas y la pérdida de oportunidades económicas potenciales como la creación de vacunas e identificación de tratamientos, entre otras.

En la más reciente entrega de la serie especial “Puerto Rico Vota ConCiencia”, de Mirada Científica para Ciencia Puerto Rico, candidatos a la gobernación de Puerto Rico ofrecen sus perspectivas de si Puerto Rico debería convertirse en un rompeolas de enfermedades emergentes y sus propuestas para llevar a Puerto Rico a lograr este rol.


(Enlace directo al audio.)

Por más de 500 años, Puerto Rico ha sido punto de encuentro entre Europa, África y las Américas. Nuestra posición privilegiada en el Caribe ha sido crucial en nuestro desarrollo como sociedad y hemos recibido todo tipo de bienes, conocimientos y también, desafortunadamente, enfermedades.

La llegada de nuevas enfermedades a Puerto Rico nos ha dado la oportunidad de desarrollar investigaciones y políticas públicas con miras a tratarlas y erradicarlas. Uno de los casos más importantes fue el de la malaria, la cual fue eliminada a mediados del siglo pasado. Como consecuencia, fuimos una de las primeras jurisdicciones en América en recibir, en 1962, la certificación de eliminación de una enfermedad que otorga la Organización Mundial de la Salud. Esto pese a que hoy día hay países cercanos como República Dominicana que continúan luchando para erradicar esta enfermedad.

El camino para que investigaciones del laboratorio desemboquen en cambios en política pública y a respuestas más rápidas a posibles crisis salubristas es largo. Sin embargo, Puerto Rico lleva décadas siendo el rompeolas de enfermedades emergentes y poniendo en marcha investigaciones con reconocimiento internacional.

Hace cuatro años, nuestro país eliminó la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) de madre a hijos. Recientemente, gracias a los resultados de investigaciones del patio que demuestran que una población cada vez más joven desarrolla cáncer colorrectal, nos convertimos en la primera jurisdicción de los Estados Unidos en bajar la edad compulsoria para la colonoscopia de 50 a 40 años, previniendo así más casos de cáncer a tiempo. Así mismo, fuimos parte de las investigaciones para lograr un tratamiento efectivo de la leucemia linfoblástica aguda en niños. Recientemente, enfermedades tropicales como el dengue, el chikungunya y el zika son estudiadas por diversos grupos locales en busca de vacunas efectivas.

Iniciativas como el Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico son mecanismos vitales en el desarrollo de investigaciones que aportan al avance de las ciencias a nivel mundial y al desarrollo de una sociedad global más saludable.

Del mismo modo, nuestras universidades juegan un rol sumamente importante, así como instituciones que trabajan con la investigación y sus aplicaciones clínicas como el Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico (CCCUPR). Organismos como el CCCUPR permiten que realicemos investigaciones dirigidas a nuestra población y podamos diseñar pruebas de detección temprana y tratamientos más efectivos teniendo en cuenta nuestras particularidades genéticas y culturales. De igual forma, impulsan investigaciones que permiten apoyar esfuerzos de política pública para erradicar cánceres como el de cuello uterino y otros cánceres asociados a través del uso de la vacuna del virus del papiloma humano (VPH).

Como dice el refrán, cuando del cielo te caen limones… Puerto Rico puede aprovechar su posición geopolítica para ejercer un rol más activo como agente de cambio que ayude a entender enfermedades emergentes, creando oportunidades económicas y mejorando las condiciones salubristas.  Para lograr eso, hace falta una evaluación del desempeño actual en investigación en Puerto Rico, sobre todo en comparación a otras jurisdicciones y países en condiciones similares.  Esto ayudaría a identificar las fortalezas y debilidades del ecosistema de investigación de Puerto Rico. Una vez identificadas las oportunidades de crecimiento, haría falta una estrategia, con apoyo institucional, que promueva proyectos de avanzada dedicados a la investigación.


Publicado originalmente como tribuna invitada en El Nuevo Día.

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