Publicado originalmente en la sección de Opinión de El Nuevo Día
Patricia Silveyra, PhD en Bioquímica y directora del Laboratorio Bioconductual de la Universidad de Carolina del Norte, es co-autora de esta columna.
Toda la situación que estamos viviendo a nivel mundial con la famosa pandemia COVID-19 ha generado niveles de ansiedad y estrés en muchos de nosotros. Ciertamente la ansiedad provoca unas reacciones en nuestros pensamientos que eventualmente desembocan en estrés, que es más bien la respuesta fisiológica.